ÍÑIGO URKULLU, EL CHORRAS

Es así de triste, pero da más alegrías la mierda del fútbol que los putos políticos. Panem et circenses, pero sin el panem, porque los inútiles de los políticos ya no son ni capaces de asegurarnos eso. ¡Menuda raza de mierda! Y es que cuando hablan sólo dicen tonterías, como el Urkullu ese, el presidente nazi del PNV (que se puede esperar de un partido en el que se dice que los vascos mezclados con sangre no vasca son vascos de segunda; palabras identicas se encuentran en el Mein Kampf). Primero dice que prefiere que gane Rusia a España en la Eurocopa, con dos cojones, como debe ser. Y está en su derecho. Pero luego -y ahí está el error- cuando los medios le atosigan un poquito con ese comentario, dice que se han malinterpretado sus palabras, y que nos dejemos de “chorradas”. ¡Desde luego que es una chorrada! Lo que no es una chorrada es que las gentes de su estimado País Vasco vivan como en Uganda desde hace más de treinta años, y a pesar de la democracia: en el más pleno terror y sin un ápice de libertad. Eso sí que no es una chorrada, eso es una cosa muy seria. Porque cuando cayó la dictadura, en este país se intentó empezar de cero, y los nacionalistas vascos (basta con coger los libros de historia o revisar las hemerotecas) en vez de trabajar haciendo política de verdad, seria e inteligente, y hacer fuerza con todas las opciones políticas del momento para acabar con ETA, y allanar así el camino para que en un futuro el País Vasco pudiera luchar por la independencia -si de verdad es lo que quería- se conformaron con especular y especular, y hacer demagogia bajo el auspicio de un nacionalismo inocuo y de bajo perfil fundado a principios del siglo XX por un fumador compulsivo de opio como era Sabino Arana. Al PNV siempre le ha ido bien la existencia de ETA (Arzalluz fue uno de sus fundadores, pero eso cualquiera con un mínimo de cultura lo sabe) la ha usado como “lógica consecuencia de vivir bajo la opresión del estado español”. Deberían dejar hacer un referéndum de autodeterminación libremente a todas aquellas comunidades nacionalistas que lo pidieran, pero en el fondo ni PNV ni ERC ni BNG lo quieren, porque ya les está bien vivir como mártires políticos (de ahí sacan su rédito electoral). Saben que en las urnas se extinguiría su discurso, y se les acabaría el chollo. ¡Y eso no son chorradas!

Josep Marià Sayol i Gutiérrez

Íñigo Urkullu, presidente del PNV, diciéndole a sus votantes lo que le metió a Arzalluz por el culo para hacerse con la presidencia del partido.