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domingo, 11 de mayo de 2008

ARAGONÉS. El gilipollas de Hortaleza

Hace unos días vino a visitarme mi buen amigo Julio Muñiz, “El Chispas”. Aunque hablamos regularmente por teléfono, no había vuelto a verle desde que coincidiéramos en París, en julio del 98, cuando tuvimos aquella trifulca con unos cuantos maricones gabachos. Por aquel entonces yo cubría el mundial de Francia para la CBS, y él regentaba el “Con dos Cojones” un pequeño garito de comida andaluza frente a los Campos Elíseos. Recuerdo que estábamos tomándonos un sol y sombra en su terraza cuando un grupo de franchutes de mierda que pasaban frente a nosotros, empezaron a increparnos con insultos inaguantables del tipo “¡Allez la France!”. Como si de un acto reflejo se tratase el Juli se levantó, y en un único movimiento sacó de su bolsillo a Rubina, su mariposa, la abrió mostrando todo su esplendor, y la volvió a cerrar para meterla de nuevo en el bolsillo. Cuando me di cuenta, una oreja ensangrentada yacía huérfana en el suelo, mientras su desdichado propietario marchaba cagando leches hacia Notre Damme, para dar gracias a Dios por no haber perdido otra cosa. Lo cierto es que el Juli siempre ha sido muy futbolero, y su desmesurada pasión le ha dado algún que otro dolor de cabeza. Últimamente no para de cagarse en El gilipollas de Hortaleza, como le llama. No entiende como un desgraciado de mierda que no ha ganado ni un puto título importante en los últimos veinte años, pueda estar dirigiendo los destinos de La Roja", y peor aún, se permita el lujo de ir preguntando con prepotencia “¿Qué ha ganado Raúl?”, para que lo tenga que convocar. "¡Claro, más ha ganado Villa, o Güiza!", me contesta el Juli encabritado. Lo que sí sabe es lo que ha ganado él, me cuenta; que más de media España quiera, por primera vez, que la selección ni la rasque en la próxima Eurocopa. Los nacionalistas están encantados, aunque con la cara de paleto que tiene éste, igual se cree que son los ultras de la selección… ¡Manda güevos!

Josep Marià Sayol i Gutiérrez

La prueba fehaciente de que L. Aragonés no merece el apodo que ostenta. O eso, o habría que ver como están los de Hortaleza.

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